Como expresara uno de mis entrevistados en el 5to Festival Gourmet celebrado recientemente, “lo que hace único a este evento es la concurrencia de manifestaciones artísticas para interpretar la culinaria desde diferentes puntos de vista”. Con el título “Sabores de Cuba y del mundo”, precisamente se pretendía un objetivo que fue cumplido: la indagación de la culinaria desde las artes visuales, la literatura, el turismo y las cocinas regionales.
La sede esta vez fue Bayamo, Granma. Allí el Museo Provincial Manuel Muñoz se vistió de gala del 25 al 27 de noviembre y aunque la velada estuvo dedicada a las frutas tropicales, el espacio no se redujo a estas. Fue momento de rescate de nuestras tradiciones culinarias, mambisas; de teorizar conceptos como el maridaje y llevarlos a la práctica; de degustación de innumerables preparaciones guiados por chefs magistrales; de explorar nuevas tendencias desde decoraciones y preparaciones de la coctelería evolutiva, que esta vez se centró en el Gin Tonic, hasta incluso pinceladas recibidas sobre la cocina molecular, tan usada en el mundo y que se ha introducido también en Cuba como tecnología para modificar texturas.
Personalidades de la culinaria de diferentes regiones del país estuvieron presentes, como el chef Ángel Sánchez Paneque, quien con su postre mambí Bollo Prieto, se robó el show y la admiración de todos, no solo por su afán de rescatar nuestras tradiciones sino por su sencillez y entrega, que le hicieron merecedor del premio otorgado en el festival. También participaron los destacados chefs Yamilet Magariño, Enoch Tamayo y Geysis Pérez, como parte de la delegación habanera presente en el evento. Algunos chefs santiagueros también se dieron cita, así como el destacado chef holguinero Alberto Gómez Ronda, quien con la comida del mar que caracteriza al poblado de Gibara nos deleitó a todos. Pudimos ser partícipes de proyectos como La Cuchipapa, gracias a su fundador y propietario Jorge Barberán. La Cuchipapa es ejemplo de que un restaurante debe ser algo más que un lugar para comer, pues ha de defender un concepto, una identidad y buscar que el cliente tenga una buena experiencia, en el más amplio sentido de la palabra. Es por ello que se cataloga como proyecto gastronómico cultural iniciativas como esa. La mayor enseñanza que nos dio Barberán es que primero hay que pensar en el cliente cubano para luego satisfacer al foráneo y en su caso primero está el público bayamés, al que se le descuenta un 25 % del costo de los platos principales, prueba de su gran sentido de pertenencia y de que se debe a su pueblo ante todo. Otra muestra que sedujo al público fue el Vasoco, dulce que heredó Ernesto Antonio de sus abuelos y que se elabora con guarapo, ajonjolí, leche, naranja agria y coco.

Equipo Realizador del 5to Festival Gourmet.
Es Ingeniera Industrial, graduada del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría. Su carrera ha desarrollado sus conocimientos en los siguientes perfiles: logística y gestión de la producción, dirección, calidad, matemática aplicada, informática empresarial y gestión de los recursos humanos. Es miembro del Proyecto Comunitario Espiral, donde sus principales motivaciones son ayudar a la sociedad y poner en práctica el desarrollo sustentable. Ania se ha especializado como crítica culinaria desde hace tiempo y una de sus pasiones es escribir.