La figura de Constante “padre de la coctelería en Cuba” y antiguo dueño del Bar El Floridita fue recordada en la mañana del 16 de agosto en el Templo del Daiquirí. El mítico lugar llega ya a su aniversario 200 y para celebrarlo ha sido organizada una de las competencias de coctelería más prestigiosas del mundo. En el “Rey de Reyes” –así se ha llamado el evento- los 8 ganadores del título Rey del Daiquirí competirán por el súmmum de la reputación en el arte que se hace tras las barras. Durante la conferencia de prensa fueron anunciados los nombres de los competidores, todos prestigiosos bármanes. Los cubanos Carlos Valladares, Adovan Ravelo, Dunia Rafa, Pedro Iván, Pedro Tejeda, Vladimir Márquez, Fabián Ramos y Reinier Rodríguez competirán junto al argentino Cristian Dhelpech y al norteamericano Jhon Cristian Lemeyer.
Para la jornadas de competencia que tendrán lugar entre el 4 y el 6 de octubre del presente año en el citado bar, Havana Club lanzará un nuevo ron premium “especial para hacer daiquirí”. Ariel Blanco, director de El Floridita habló largamente sobre las características de la competencia, la cual por primera vez será transmitida en pantallas hacia espacios exteriores aledaños al establecimiento, con el objetivo de llegar a más personas. “Mantener una tradición de 200 años, a la vez que estar al tanto de las tendencias en la coctelería mundial es nuestro reto”, añadió el directivo como colofón al encuentro que anuncia ya una fiesta del arte de la cantina en Cuba.
Licenciada por el Instituto Superior de Arte, Indira es editora del suplemento de crítica teatral de la Revista Tablas, así como colaboradora de la propia revista y de otros medios culturales. Ha obtenido varios premios de crítica literaria, así como de investigación y de narrativa. Sus hobbies son las manualidades en papel y la cocina: espacio que considera de libertad suprema. Disfruta aventurarse hacia nuevas experiencias culinarias; es una apasionada de la comida oriental. Encuentra especialmente seductora la sutileza que ofrece la cocina asiática, la cual conoce tras su viaje a Japón y sus varias visitas a la comunidad india de Dallas. En Estados Unidos trabajó en restaurantes de especialidad Tex-Mex y de comida tradicional mexicana. Colecciona recetas de cocina tradicional cubana en peligro de desaparición. Ejerce la crítica culinaria de manera empírica desde hace años, pasión que alterna con su afición por el teatro y el idioma japonés.