Vivimos tiempos difíciles en los cuales sentimos que el mundo se desmorona en pedazos. Tiempos de hipótesis, memes, noticias que inundan las redes sociales, alarmas, etc. Nuestra existencia cuenta con días geniales cuyo signo profetiza esperanza; también con jornadas marcadas por la agonía y los pensamientos existenciales.
Ciertamente, desde el inicio del mundo nos ha movido los sentimientos positivos y negativos. Hay mañanas donde ella dirá: “tengo ganas de comerme al mundo”; casi siempre son aquellas donde el trabajo que nos costó tantísimas horas se termina sin mayor esfuerzo. Hay otras donde él dirá: “no tengo ganas de comerme nada”; y sentirá que una manada de elefantes le aplasta sus sueños para que no pueda ni pararse de la cama.
Ese es nuestro sino, la contradicción que se encuentra activa en nuestro ADN desde el origen biológico del universo, y que hoy día, ante la nueva amenaza del nuevo coronavirus, se acrecienta aún más. De todas maneras, depende de nosotros decidir cómo enfrentar nuestro día a día, si volvernos víctimas del miedo o receptores-transmisores de energía, buenas vibras y por ende, mucho amor…
Veámoslo de la siguiente manera. Todos somos entes únicos, diferentes los unos de los otros, con disímiles gustos, portadores de inteligencias múltiples; pero debemos usar todo eso que nos hace únicos a favor y nunca en contra. Algunos publicarán los memes y videos que nos harán reír; alguien más escribirá comentarios que nos irriten al punto de tirar el teléfono a un lado; otros, se enfocarán en la búsqueda de una cura, o en mantener a los enfermos en el mejor estado posible… Pero lo cierto, amigos, es que hoy más que nunca debemos permanecer unidos porque todos formamos parte del equipo llamado Vida.
La mayoría hemos escuchado que el Sars-CoV-2 afecta a las personas mayores o con un sistema inmunológico inmunodeprimido –aunque no nos creamos “Iron man” porque no entremos en esa clasificación, pues en definitiva está demostrado que el virus también ha ensombrecido a varios “Iron man” y todos estamos expuestos al peligro. Sin embargo, muchos nos preguntamos qué hacer para mejorar nuestro sistema inmunológico. El Ministerio de Salud Pública de Cuba recientemente comenzó a distribuir en forma gratuita un excelente producto homeopático, el PrevengHo Vir, que entre sus cualidades ayuda a estimular el sistema inmune e inducir una respuesta de autocuración. Junto con este y otros esfuerzos nos gustaría dejarte algunos consejos que seguramente ayudarán a elevar tus niveles de energía y prevenir enfermedades. Síguelos tanto como puedas y verás cómo en vez de sentir los elefantes, sentirás las ganas de comerte al mundo. Pero recuerda que la vacuna para la COVID-19 es quedarse en casa, la distancia física, usar la mascarilla, lavarse bien las manos, desinfectación frecuente de superficies y seguir todas las indicaciones del Ministerio de Salud Pública.
Tener un peso saludable
Cuando digo peso saludable no me refiero a luchar por mantener una figura de “top model”, porque un biotipo así no quiere decir necesariamente que seas saludable. Tampoco me refiero a que integres el grupo “Estoy gorda, soy obesa, ¿y qué? Más bien necesito que (te) respondas con honestidad: “¿Al mirarte en el espejo te quieres tal cual?” Si la respuesta es positiva y no mientes, me siento feliz, porque psicológicamente eres más fuerte que la mayoría. Pero, el peso no es directamente proporcional con la inteligencia emocional puesto que la obesidad, en ningún término, significa salud.
Ahora te voy a indicar cómo calcular tu peso ideal. Mira la siguiente tabla:
La fórmula de Lorentz constituye el método más utilizado hoy día, ya que tiene en cuenta la estatura de cada persona y su sexo:
- Peso ideal masculino = estatura (en cm) – 100 – [(estatura en cm – 150) / 4].
- Peso ideal femenino = estatura (en cm) – 100 – [(estatura en cm – 150) / 2,5].
Aunque, a decir verdad, esta fórmula no valora otros aspectos como la edad, cuando sabemos que, por ejemplo, para un hombre, la edad significa un factor natural de pérdida de peso (principalmente por la pérdida de masa muscular).[1]
Obviamente, existen muchos otros factores influyentes además de la edad, como su genética. No debemos aferrarnos a estos números o sentirnos mal porque estamos 2 o 3 kg por encima de lo que deberíamos según estos estudios. Más bien, debemos enfocarnos en el de peso saludable, el cual te permita salir a caminar sin que llegues “con la lengua afuera” a tu casa, que te permita llevar a cabo tus actividades diarias sin decir: “Ay, no puedo hacer esto porque estoy muy gordo” o “Ay, no puedo hacer aquello porque estoy muy flaco”. Foto: Brooke Lark en Unsplash
Consumir frutas y vegetales
Aquí comienzan las excusas. Tratemos de ser sinceros una vez más. A veces gastamos dinero en productos que no son indispensables, por ejemplo, un pote de helado, un masarreal, tres panes al día, la cajita de comida que venden en la esquina de la cuadra o la pizza de casa de Lola que nos parece una delicia con todo ese quesito quemándose por el borde… ¡Para! Te estas matando y no lo sabes, o, en el peor de los casos, lo sabes y no te importa. Si haces esas cosas, ya entonces no me digas que los vegetales se venden a precios exorbitantes, o que se desaparecen… También entiendo que las frutas y los vegetales son de estación, que hay países en los cuales las estaciones de ciertos vegetales parecen extintas; pero debes sortear esa cruda realidad si quieres elevar tu sistema inmunológico. Para ello te voy a dar una lista de seis colores (según las frutas y vegetales) para que consumas al menos cinco en tu dieta diaria.
Amarillo y naranja: Alimentos que destacan por simbolizar fuentes inagotables de vitamina A y C. La vitamina A ayuda a cuidar nuestro sistema inmunitario; mientras la C constituye un potente antioxidante, imprescindible para la síntesis del colágeno (que aportan alimentos como la carne, el pescado, los huevos, lácteos y frutos secos). Ayuda a la correcta absorción del hierro.
Verde: Vegetal por excelencia. Este color nos aporta propiedades depurativas y buenas cantidades de ácido fólico, magnesio y clorofila que nos ayudan a mejorar el funcionamiento del hígado y la digestión en general y prevenir el estreñimiento, además de limpiar nuestro organismo de toxinas.
Morado: Algo que caracteriza a las frutas y verduras color morado es su buen sabor, gracias a que se muestran ricos en anticianina y fenólicos, ideales para prevenir el cáncer y los trastornos del corazón, además, para mantener activa la memoria. ¿Te gustaría verte más joven? Sus antioxidantes, los frutos de este color, retardan el proceso de envejecimiento. También mejora la salud de las vías urinarias.
Rojo: Representa alimentos ricos en licopenos, los cuales le otorgan propiedades que pueden ayudar a proteger el corazón y mejorar la circulación.
Blanco: Mantienen la presión arterial baja, combaten infecciones y actúan como alimento para nuestras bacterias intestinales.
Pero, muchos dirán: “¿Dónde yo encuentro eso? Y para responder a tu pregunta te sugiero una lista que contiene frutas y vegetales representativos de esos colores.
Amarillo: Piña, plátano, mango, maíz, papas…
Verde: Limón (lima), aguacate, lechuga, espinacas, acelgas, apio, perejil, cilantro, pepino, pimiento verde, etc.
Morado: Uvas, berenjenas, cebolla morada, etc.
Naranja: Naranjas, mandarinas, toronjas, calabazas, boniatos, zanahorias, chícharos, garbanzos…
Rojo: Pimientos rojos, remolachas, rábanos, melón, granadas, tomates…
Blanco: Ajo, coco, cebolla, col.[2]
No Fumar
Todos conocemos que la insuficiencia respiratoria va aparejada al deplorable COVID-19. Por tanto, quienes fuman padecen defensas más vulnerables, menor tiempo de vida…. La buena noticia es que una vez dejes de fumar, tu cuerpo, esa maravillosa máquina biológica, producirá agentes regenerativos que mejorarán tu sistema inmunológico. Empieza ya, no seas más de los que dicen: “Ay, si yo llevo fumando mi vida entera, ¿qué sentido tiene que pare ahora?” Pues mucho, amigo mío, si no quieres ver a los tuyos sufriendo cuando aparezcas en la cama de un hospital o, que seas tú quien presencie a quienes amas en ese mismo hospital por problemas pulmonares.
Foto: Yulissa Tagle en Unsplash
Hacer ejercicio
Los beneficios que acarrea realizar una actividad física consciente entre 45 minutos y 1 hora diaria son infinitos, te traigo unos cuantos para ver si te motivan:
Salud del corazón
- El ejercicio puede reducir el riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
- Ayudan a reducir la presión arterial elevada (hipertensión).
- Mejoran el equilibrio del colesterol.
Huesos y articulaciones
- Es más probable que padezca de lumbalgia (dolor en la parte baja de la espalda) si no hace nada de ejercicio.
- Las actividades moderadas realizadas con regularidad, incluyendo caminar, nadar y montar en bicicleta, pueden ayudar a tratar y reducir el dolor causado por la osteoartritis.
- La actividad física puede aumentar la densidad mineral ósea en los niños y ayudar a mantener la fortaleza ósea en los adolescentes. También retrasa la degeneración ósea en la vida adulta. Elija ejercicios de bajo impacto, de soporte de peso, como caminatas lentas o nadar, si tiene osteoporosis.
Enfermedades crónicas
- Es menos probable que desarrolles ciertos tipos de cáncer si te mantienes físicamente activo.
- Realizar actividad física puede ayudar a controlar y prevenir la diabetes.
- El ejercicio es también bueno si ya tienes diabetes: la actividad física en forma regular puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en su sangre y prevenir las complicaciones a largo plazo.
Salud mental y bienestar
- El ejercicio puede ayudar a prevenir y a tratar las enfermedades mentales. Por ejemplo, en el tratamiento de la depresión y con mucho menos efectos secundarios que los medicamentos. El ejercicio también podría resultar beneficioso si tienes trastornos relacionados con la ansiedad, como fobias, ataques de pánico o estrés.
- Es probable que te sientes más feliz, más satisfecho con la vida y que mejore la sensación de bienestar si es físicamente activo. Incorpora el ejercicio regular a tu rutina y seguramente duermas mejor, reduzca los niveles de estrés y mejore la imagen que tienes de ti mismo.
Peso
- Comenzar a hacer ejercicio puede ayudarte a controlar el peso (Ese peso ideal del que hablábamos anteriormente). La actividad física quema calorías y, por lo tanto, ayuda a generar un equilibrio saludable de energía.
Por el momento es todo. Ahora tienes la oportunidad de reflexionar y aplicar mis sugerencias. Pronto nos encontraremos de nuevo y te daré más consejos si me prometes que comenzaras desde ya a elevar tu sistema inmunológico.
[1] Datos reformulados a partir de aquellos que aparecen en el sitio: https://www.superprof.mx/blog/saber-calcular-masa-ideal/
[2] En: https://mejorconsalud.com/que-nos-aportan-los-alimentos-segun-su-color/
Janet es licenciada en Derecho con experiencia en locución, comercio exterior y gastronomía. Practica yoga y es amante de la comida orgánica. Recientemente ha comenzado a incursionar en la crítica culinaria. Aboga por una gastronomía sana y natural. Domina el inglés y el francés. Amante de la trova, los perros y la naturaleza. Es miembro del Proyecto Comunitario Espiral.