De los pasos de Voltaire por una cárcel gourmet

por | 1 diciembre, 2017

François-Marie Arouet, Voltaire para la historia, fue cima de la Ilustración y uno de los principales asientos de una nueva concepción de la humanidad basada en la oposición de la razón y la ciencia frente a la fe. Hombre de leyes, escritor, historiador, filósofo, académico y enciclopedista. Fue también amante de las artes, los placeres de la mesa y del lecho, espía, prestamista de usura, muñidor y aficionado en extremo a intrigas y trapaceos que al menos en dos ocasiones le condujeron a la cárcel de La Bastilla, una fortaleza inicialmente destinada a proteger el costado oriental izquierdo de París, que Luis XIV empezó a usar como prisión para nobles y gente de alcurnia que, por alguna razón, le habían irritado; los mismos eran encarcelados mediante la emisión de una lettre de cachet del rey sin necesidad de pasar por proceso o tribunal alguno.

La Bastilla

La Bastilla

De la gran singularidad del penal, da idea el hecho de que cuando las turbas revolucionarias la tomaron, en la jornada del 14 de julio de 1789, el recinto solo custodiaba a siete presos. Entre ellos: Whyte de Malleville, un enajenado de luengas barbas blancas que fue paseado por las calles parisinas en loor de multitud; cuatro falsificadores que se volatilizaron rápidamente entre las masas; el Conde de Solages, acusado por su familia de perturbadoras conductas sexuales; y otro enfermo mental, Tavernier, que finalmente fue recluido, junto a Whyte, en el Manicomio Charenton.

Almejas al azafrán

La primera vez que Voltaire residió en La Bastilla fue por orden de Felipe de Orleáns, regente durante la minoría de edad de Luis XV, bisnieto de Luis XIV, a quien parece había ofendido con sátiras anónimas que se le atribuían. Aunque la reclusión no fue larga, lo pasó regular según sus propios versos: “Heme aquí (…) bebiendo caliente y comiendo frío”. La segunda fue muy distinta. Tras varias disputas con nobles y personajes de las corte francesa, fue encarcelado en la noche del 17 de abril de 1726, pero al día siguiente empezó a recibir visitas. Todo el gran mundo parisino quería presumir en los salones de hacer ido a pasar un rato con Voltaire y no escatimaban ni en tiempo ni en gastos. Entre ellos compitieron por llevarle a prisión sus comidas y platos favoritos: ostras con champagne para el desayuno y almejas en salsa de azafrán para el almuerzo.

Ostras con champagne

La Bastilla se convierte en una suerte templo de peregrinación en jacarandosa romería, hasta que la autoridad competente decide suprimir el visiteo o limitarlo muy estrechamente; pero la presión es tanta que al reo se le termina ofreciendo la libertad a condición de que inmediatamente abandone Francia y se embarque hacia Londres. Finalmente, y tras acceder a tales requisitos, es puesto en libertad el 1 de mayo de 1726 y emprende un exilio de tres años que a la larga le sería enormemente productivo, ya que tal le permitió estudiar a fondo la obra de Locke y Newton, cuyo entierro en Westminster presenció, traducir a Shakespeare y entablar amistad y contacto intelectual con lo más granado de la literatura y la ciencia inglesa, entre otros el poeta Alexander Pope y el escritor irlandés Jonathan Swift, el autor de Los viajes de Gulliver. El paso por La Bastilla le rindió generosos frutos.

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Acerca de Miguel Ángel Almodóvar

Nacido en Madrid, España, Licenciado en Sociología, cursos de Doctorado en Historia del Pensamiento, y Máster en Criminología, su vida profesional ha basculado entre instituciones científicas (ha sido investigador en el Centro Superior de Investigaciones Científicas, CSIC y en el Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas, CIEMAT) y el periodismo, tarea que ha ejercido en prensa escita, radio y televisión, donde ha dirigido y presentado espacios como España paso a plato o Cómo curan los alimentos. Es autor de una veintena de libros entre los que cabe destacar títulos como El hambre en España, Una historia de la alimentación, Mood Food. La cocina de la felicidad, Cómo curan los alimentos, La cocina del Cid, Yantares de cuando la electricidad acabó con las mulas. La historia paralela de la electricidad y de la comida, Cocina simbiótica, El segundo cerebro o Fermentados gourmet, en colaboración con el chef Mario Sandoval, dos estrellas Michelin. Actualmente colabora en la revistas Vinos y Restaurantes, Salud Total y Otros destinos, la web A fuego lento y el programa radiofónico Poniendo las calles, de Cope. “El drama está en vivir cuando ya no podemos comer lo que comimos de pequeños” (JOSEP PLA)