Hay muchas interrogantes sobre el Casabe, y también existen leyendas sobre el mismo recitadas de memoria por aquellos que peinan canas. El Casabe es más que un alimento, es un hecho cultural para los cubanos, caribeños y sudamericanos, y esto es una realidad indiscutible. Sostengo este criterio por las vivencias que he experimentado en todas las peñas y espacios públicos donde he presentado una degustación, las cuales han sido más que exitosas.
Este será el primer texto de un grupo de breves artículos en los que intentaré seguir una cronología del Casabe desde sus orígenes hasta la actualidad. Les prometo que al final de la serie tendrán una idea bastante aterrizada sobre este alimento.
Empezar diciendo que el Casabe se fabrica a partir de la yuca, un tubérculo del cual no tengo conocimiento de que jamás haya sido afectado por inclemencias atmosféricas o plagas biológicas. Además, comentarles que está demostrado que puede conservarse a temperatura ambiente por un largo período sin que se afecte su calidad; es como si la naturaleza hubiese creado en la yuca un bendito sostén para nuestros aborígenes que carecían de toda tecnología. El casabe fue su alimento de cabecera, y les permitió vivir sana y felizmente hasta el día fatídico en que hombres de una supuesta mayor cultura llegaron a sus tierras y los arrasaron.
Hoy en La Habana por suerte el casabe comienza a hacer acto de presencia en algunos restaurantes, pero la pregunta que debemos hacernos es por qué había desaparecido, aunque de eso ya hablaremos en otra ocasión.
No puedo finalizar este texto inicial sin antes agradecer a Cubapaladar por facilitar su plataforma para la divulgación del alimento que ha logrado que nuestros aborígenes sean recordados hoy con todo el respeto y admiración que se merecen.
Trae desde la montaña
un mundo que solo él sabe,
donde florece el casabe
y asienta el sagú su maña.En todo momento fiel,
mueve amor con su sombrero,
lanza su dardo certero,
ágil como el prú, Joel.versos escritos con mucho cariño por Morín