Cuando planificábamos nuestras Sesiones fotográficas gratuitas, uno de los lugares que considerábamos no debía faltar entre los primeros era sin dudas el Jíbaro. Famoso en la Habana Vieja por sus exquisitos mocteles (cocteles sin alcohol aunque a veces pareciera algo diferente al paladar), su peculiar entrada, su teléfono antiguo (¡con el que se puede llamar!), y por supuesto su excelente cocina, el Jíbaro debía tener un perfil a su altura en Cubapaladar, y les debíamos unas fotos espectaculares a este restaurante que es el número 11 de nuestro ranking.
El principal objetivo de nuestras peripecias fotográficas es poder mostrar a los usuarios de nuestra plataforma aquellos platos y cocteles característicos de las paladares, de manera tal que un cliente pueda llegar y decir “yo quiero ordenar lo que vi en Cubapaladar” y salga complacido. Nuestra aliada en este proceso fue Diana Figueroa, una de los dueños de este restaurante, quien decidió qué platos serían el “nuevo rostro del Jíbaro” en nuestras redes, y colaboró con nosotros en todo siempre con una sonrisa en su rostro.
Un clásico de la casa que no podía quedarse fuera de la sesión es Mula Jíbara, un moctel que se sirve en una llamativa jarra de cobre. El secreto del delicioso sabor de la bebida es bien resguardado por los dueños, como los magos nunca cuentan sus trucos, aunque sí nos dieron la pista de que es el jengibre el que le da esa rara sensación de contener alcohol cuando en realidad no lleva ni una gota.
El Salmorejo, plato característico del Jíbaro también modeló delante de los lentes de Cubapaladar. Esta crema, aunque es originaria de España, resulta muy refrescante en el verano y Cuba es un eterno verano, así que se agradece. Su vistoso color, delicada presentación en un vaso de cristal y su increíble sabor, invitan a degustarlo hasta al más excéptico comensal.
Otro plato del que quisiera comentarles es la bien conocida Completa del Jíbaro, muy popular en los almuerzos; la misma consiste en la típica comida cubana: pasta de frijoles negros, arroz, ropa vieja y plátanos maduros fritos. Muchos seguro estarán pensando ahora mismo “eso se puede comer en cualquier paladar de Cuba” y tienen razón, pero les aseguro que no como se lo encontrarán en este lugar. El emplatado es espectacular y diferente, el aroma engatusa y ya luego el sabor es capaz de re-enamorarnos de un clásico de la cocina cubana, la de toda la vida pero traída al siglo XXI.
Seguramente las fotos del Jíbaro nos llevan más allá de lo que ven los ojos, pues activan nuestras papilas gustativas y dan ganas de salir corriendo a saborear todas las opciones de este lugar. Estas imágenes son solo una muestra de las que se encuentran en nuestro sitio web, así que lo invitamos a que visite el perfil del Jíbaro si se quedó con las ganas de seguir “comiendo con los ojos”.
Muchos dirán que es difícil, otros que imposible, pero el equipo de Cubapaladar es una gran familia a la que le gusta los retos, por eso fotografiamos y seguiremos fotografiando sabores.