La ciencia detrás de los aceites refinados: desmintiendo algunos mitos y leyendas

por | 20 enero, 2020

Los aceites y las grasas constituyen un componente clave en nuestra alimentación, por su elevado valor energético y por el aporte de ácidos grasos y vitaminas liposolubles esenciales para el organismo. Cada ser humano necesita de estas sustancias para su desarrollo, y como no las produce, precisa consumirlas a través de una dieta rica y balanceada.

Este fue uno de los temas tratados en la conferencia impartida por el biólogo e investigador Marcel Montano Pérez, quien se refirió a la historia de los aceites vegetales refinados y a los efectos nocivos que pueden provocar en la salud.

Según explicó el experto, estos productos tienen una alta concentración de omega 6, ácido que no estuvo presente en el proceso evolutivo del hombre, o al menos no en altas cantidades, y que puede originar patologías como la hipertensión, esterilidad, diabetes, obesidad, osteoartritis, enfermedades coronarias e inflamación  intestinal.

“Los primeros estudios que se hicieron sobre esta temática ocultaron información, pero luego se demostró que los resultados de los mismos fueron distorsionados. Lo cierto es que los aceites refinados provenientes de semillas dañan la salud, no poseen ningún valor nutritivo y son muy consumidos, sobre todo por los cubanos”, aseguró el especialista.

Existe una falacia según la cual las grasas animales son perjudiciales; pero es justamente al contrario. Se recomienda sustituir los aceites refinados por la grasa de cerdo, de carnero, de res, por la mantequilla o por aceites vegetales procedentes de frutos como el de oliva, el de coco y aguacate. Estos dos últimos han demostrado ser en la actualidad los más beneficiosos por el alto contenido de grasas saturadas y por las vitaminas y minerales que incluyen.

También es común apreciar que se reutilice una misma grasa para freír varios alimentos. “Estas grasas, cuando se usan en diferentes ocasiones, producen ácidos que se van oxidando y que afectan el metabolismo del cuerpo. A largo plazo las consecuencias pueden ser garrafales. Lo anterior, en adición, se está asociando al aumento de diferentes tipos de cáncer en la Isla, enfermedad que ha llegado a convertirse en una de las principales causas de muerte a nivel nacional”, aseveró Marcel.

Lo importante es seguir una dieta saludable y rica en alimentos de origen vegetal, como pueden ser frutas, verduras, legumbres, cereales y frutos secos. Las grasas animales son por demás primordiales, y pueden fomentarse a través de pescados, carnes, huevos y lácteos. Por otra parte, deben evitarse alimentos ricos en grasas de mala calidad, como embutidos, carnes procesadas o precocinadas, y aceites refinados.

Los beneficios que pueden traer para la salud el seguir estas sencillas recomendaciones pueden ser incalculables.