Breve recorrido con Leidy Casimiro Rodríguez
Continuamos conversando con Leidy Casimiro. Ante la interrogante ¿Qué significa para usted el vínculo de Slow Food Internacional con el trabajo que se desempeña en La Finca del Medio? Leidy comparte: “Es un vínculo que proporciona un amplio espacio para la gestión del conocimiento y el desarrollo de actividades que contribuyan al desarrollo de la agricultura familiar sobre principios de equidad, inclusión, ética, independencia de recursos y eficiencia ecológica, productiva, tecnológica, energética, económica y sociopolítica. En el espacio académico enriquece los conocimientos sobre los temas de cultura alimentaria, agroecología, permacultura, en varios intercambios que además propician el diálogo de saberes entre campesinos-investigadores-decisores. Desde la práctica nuestro Convivium (Agroecología y Permacultura Taguasco) desempeña una labor de articulación con varios proyectos sociales, familiares e institucionales, para facilitar la multiplicación de nuestro Faro Agroecológico en otros escenarios, promoviendo la resiliencia socioecológica en la agricultura bajo el enfoque agroecológico, los principios éticos y de diseño de la permacultura y los del movimiento de Slow Food Internacional.”
Muchos aspectos interesantes han quedado fuera de este inicial acercamiento a la Finca del Medio. Muchas cosas faltan por decir de la familia, de sus costumbres cotidianas, del apego a las tradiciones, del cómo enfrentan las dificultades naturales o económicas. Nada se ha dicho de la audacia, ni de la inteligencia de la tempestuosa Chavely, artista de la plástica y la más pequeña de la descendencia. No hemos conocido del quehacer de José Antonio, el hermano que acompaña y da seguimiento a la obra de los padres con varios libros publicados. Y de Lisandra, unida en amores con José Antonio y enamorada de su terruño, donde trajo al mundo a José Alberto, el tierno hijo de ambos.
De Casimiro, fundador de esta Comunidad del Alimento, nos queda por conocer de su talento y pasión como agricultor y ser humano. Él es el aliento de las transformaciones renovadoras en esta finca familiar, ejemplo de padre e hijo. Falta también por acercarnos a Caridad, su esposa y principal sostén femenino, abuela de Darío Antonio, el hermoso hijo de Leidy. De ella pudiéramos aprender de cómo asumir en familia, el heroico y anónimo papel cotidiano de ser mujer, madre y agricultora. Por eso este artículo es tan solo un breve recorrido.
Tan solo acotar que Leidy Casimiro es una respetable científica, -primera cubana en obtener el grado de Doctora en Ciencias Agroecológicas-, y una intrépida campesina; ejemplo de mujer para las cubanas y los cubanos, de hoy y de mañana.
He trabajdo durante 30 años como profesora e investigadora. Primero en la Universidad de la Habana impartiendo Economía Política y después Relaciones Económicas Internacionales en el CIEI. En 1997 pasé a trabajar en el Ministerio de Cultura en temas relacionados con la gestión cultural y en 1999 paso a trabajar al ISA, primero en extensión universitaria y a los dos años como profesora del Departamento de Estudios Cubanos, impartiendo la disciplina en el área de cultura económica. Tengo más cursos de posgrados que años de vida, -y ya son bastantes-, un Diplomado en Recuperción Integral de Centros Históricos( en la Oficinadel Historiador de La Habana), y una Maestría en Desarrollo Cultural, en el ISA, defendida con el tema de la Procuración de Fondos en la Cultura, en Cuba.