Una carta menú sin atractivo ni coherencia, con precios módicos —que no deben mutilar el derecho a corresponder las expectativas del cliente—, espacio y ambientes nada tentadores al igual que su cocina, de la que hubo unos cuantos “no” en mi intento de pedidos; el recibo de pago en comanda escrita a mano, violación que no solo ocurre en el sector estatal. Como colofón, un olor en el ambiente climatizado nada agradable, como para desconfiar de la inocuidad alimentaria de sus productos. Y no se asombre el lector, ubicada en la calle M entre 21 y 19, Vedado, tiene clientes por doquier. Pero es precisamente este fenómeno el que me lleva a escribir estas líneas: No podemos generalizar, sacralizar o satanizar, ni a paladares ni a restaurantes estatales. La tendencia es decir que “porque es privado es mejor”, muchas veces es así, pero, alerto, casos como Los Amigos proliferan en la Isla y hay que intentar parar este pésimo servicio. Asimismo, en el sector estatal, que no es menos cierto que están muy descomercializados en su mayoría, con razones más que suficientes, aún quedan contados ejemplos de buena gastronomía, uno de ellos el famoso y veterano restaurante La Roca, del que escribiré en otra ocasión, muy cercano a Los Amigos.
Licenciada en Ciencias de la Información y Bibliotecología en la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana. Graduada del primer Diplomado de Periodismo Gastronómico en Cuba, en 2015. Gestora cultural y directora (codirección) de la Agrupación Visual Gourmet. Directora (codirección) del Festival Gourmet. Ha escrito artículos de temática gastronómica para las revistas turísticas Sol y Son de Cubana de Aviación y Soy del Caribe de Aerocaribbean, para la revista de promoción cultural Cartelera y en sitios web A la Mesa y Cuba Paladar, Radio Metropolitana, Boletín Excelencias Gourmet y para el blog Taste of Cuba.