Hace unos días, unos pocos miembros del equipo de Cubapaladar participamos en una cita-degustación protagonizada por Carmen “Nena” Aguayo, matrona de profesión y cocinera por tradición, que estuvo unos días de visita en Cuba. Su mamá tenía la gran reputación en la familia por conservar y enaltecer las comidas típicas chilenas y Nena no ha quedado atrás.
Hoy vive en una pequeña finca en Chile, alejada del mundo cosmopolita, precisamente para vivir en genuino equilibrio entre alimentación y salud. Es una experta tanto en la cocina de antaño como en las nuevas tendencias agro-alimentarias.
La “exquisita fiesta” —pues para los chilenos reunirse y compartir el alimento es eso: fiesta—, ambientada con la bandera mapuche, cadenetas que identificaban colores de la bandera chilena y la cubana, desbordada de aromas y sabores que quedaron en nuestra memoria para siempre, tuvo un servicio informal y amigable, protagonizado y comentado por la mismísima Nena junto con la cocinera cubana que ha visitado varias veces Chile Abanay Quiñones. Así aprendimos que las empanadas de pino (picadillo de res), vegetales, langosta, camarones, pollo y más, son platos imprescindibles en la mesa chilena; que adoran un tipo de pan llamado marraqueta; que comen con aderezo pebre, parecido al pico de gallo, pero sin ají; gustan del pastel de choclo (maíz) bien cargadito de pollo y pino, con delicadas proporciones de especias, sin notar en ningún caso el exceso de grasa, todo lo contrario.
¡Ay! ¡Y los dulces! ¡Qué envidia sana! Cómo logra el punto perfecto al usar cascarilla de naranja, clavo de olor, canela, limón, azúcar, entre otros, al cocinar tres de los más populares de su región: dulce de leche cocida (muy parecido a nuestro flan), dulce de leche nevada (copos de merengue a punto de nieve, cocidos un mínimo de tiempo, sumergidos en salsa de leche) y los calzones rotos espolvoreados con azúcar (antes conocidos como suspiros de monja), que para los cubanos vienen a ser una versión más generosa de nuestros buñuelos de pascua; los chilenos, por influencia inglesa gustan acompañarlos con té.
Fue una tarde noche deliciosa y enjundiosa pues Nena posee profundos saberes de la cultura alimentaria chilena y mundial. Entonces entre bocados de empanadillas y sorbos de un bueno vino tinto Santa Digna, conocimos el valor de los Súper alimentos, las costumbres y modos muy particulares de vivir y comer de quienes viven en el Altiplano chileno, criterios de nutrición relacionados con el consumo de la sal y otros alimentos. Muy interesante fue escucharla cuándo defendía que por insanas que se consideren hoy algunas recetas típicas es vital aprender a combinarlas con otras más contemporáneas y nutritivas para no comerlas en exceso pero nunca, NUNCA, eliminarlas de nuestras tradiciones culinarias.
Interesante también fue escuchar que Nena se deleita con la cocina cubana. Habló de la ropa vieja, la yuca, los moros y cristianos… y expresó que no le disgustan nuestros fuertes sabores; sugirió que debemos atender con esmero los procesos de maceración, típicos de nuestras recetas con carnes. Ah! y aprendió acerca de nuestro imprescindible ají cachucha, del boniato, de la malanga…
Así que solo nos queda pedir ¡qué se repita!
Licenciada en Ciencias de la Información y Bibliotecología en la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana. Graduada del primer Diplomado de Periodismo Gastronómico en Cuba, en 2015. Gestora cultural y directora (codirección) de la Agrupación Visual Gourmet. Directora (codirección) del Festival Gourmet. Ha escrito artículos de temática gastronómica para las revistas turísticas Sol y Son de Cubana de Aviación y Soy del Caribe de Aerocaribbean, para la revista de promoción cultural Cartelera y en sitios web A la Mesa y Cuba Paladar, Radio Metropolitana, Boletín Excelencias Gourmet y para el blog Taste of Cuba.