Cuando una iniciativa es buena y promueve un bien social, todas las personas abren las manos y se suman. Raúl Relova recuerda que al primer Mercado de la Tierra llegaron pocas personas, apenas un grupo de amigos que se sumaron a la tarea, más algún que otro curioso.
Hoy el panorama es totalmente diferente. Hasta la Finca Vista Hermosa, ubicada en el municipio capitalino de Guanabacoa, llegaron el pasado domingo 8 de diciembre centenares de personas que optan por una alimentación sana, limpia, justa y sostenible. Alrededor de 600 personas acudieron a este “olimpo agroecológico” para disfrutar de una jornada intensa, como es costumbre, con propuestas gastronómicas que representan lo mejor de la cocina tradicional cubana como el ajiaco o pan con lechón asado.
Vale destacar cómo estos platos, a los que se suma un refrescante guarapo o la venta de vinos, quesos, verduras, hortalizas, miel de abeja, carnes, defienden el concepto de Slow Food de acortar procesos productivos y llevar la comida “de la finca a la mesa”.
Unido a las propuestas gastronómicas están las opciones recreativas que esta vez incluyeron rifas, concursos de ordeño y monta de caballos. También se hicieron charlas, cooking shows y se proyectaron materiales audiovisuales. Aquí radicó la mayor carga educativa de la actividad, pues se transmitieron conceptos y criterios agroecológicos amigables con el medio ambiente, dirigidos también al público infantil y a los adolescentes, que son los que más pueden asimilar esta cultura dentro de su estilo de vida.
Este proyecto liderado por el restaurante Mediterráneo Havana, por Raúl Relova, el Movimiento de Alimentación Sostenible (MAS) de CUBASOLAR y miembros de Slow Food International, intenta hacer conciencia en el aprovechamiento de los recursos que se tienen a la mano con el fin de beneficiar a la salud y darle placer al paladar, y ha captado la atención de entusiastas de la cultura culinaria y el buen comer.
La invitación está hecha. Infórmate para que visites el próximo Mercado de la Tierra, crea iniciativas y apoya las que ya existen, porque nunca es poco lo que se puede hacer para promover una alimentación sostenible.