Un postre inesperado en el festival de la yuca

por | 18 febrero, 2019

Conocido por los más veteranos como Hotel Camagüey, este inmueble deviene hoy día como la Casa del Chef en Bayamo. Ubicado en la calle Saco entre Pío Rosado y Capotico el local es sede constante de iniciativas que toman la vanguardia de chefs consagrados y estudiantes de gastronomía que han hecho suyo el proyecto y tienen una notable intención de rescatar, con el apoyo de otros factores, lo que más vale de la tradición culinaria granmense.

Recién ha tenido lugar el Festival de la Yuca. En mi escasa labor periodística para Cubapaladar empecé precisamente escribiendo sobre un festival. Es precisamente dentro de los certámenes de este tipo donde he podido constatar de manera más real y variada las posibilidades objetivas de nuestra cocina, así como el más alto nivel de creatividad de profesionales y otros que incursionan en el arte de la cocina por vez primera.

Foto: Carlos Bruzón

En esta ocasión se hace homenaje a la yuca y sus posibilidades para generar platillos asombrosos. Este alimento que viene siendo aprovechado desde nuestros primeros pobladores, conocido principalmente por el casabe -para muchos venerado y considerado el “pan de los aborígenes”-, brinda posibilidades creativas y soluciones a la cocina cubana que minimizan complejidad y sustituyen recursos hoy escasos por la situación económica de la región.

Entre las propuestas encontramos desde fideo de yuca, croquetas, frituras, hasta panetela, pizzas de yuca con queso y picadillo, buñuelos y otros más tradicionales como la rosca blanda, el matahambre y antes mencionado casabe. Considero fue el voto justo por parte del jurado ofrecerle el premio al Helado de Yuca. Al probar este postre singular he podido constatar, a pesar del tiempo que llevaba fuera de condiciones adecuadas de temperatura, el traslado hasta el evento y todos los factores externos que pudieran haber afectado la calidad del producto, que poseía una facturación bien lograda, sabor exquisito, una textura delicada y singular. La presentación bien cuidada, quizás recomendaría alguna grajea para darle un toque más artístico a la presentación, pero es tan admirable el trabajo de elaboración del producto que sobrepasa otros detalles menores.

Foto: Carlos Bruzón

Otras propuestas nos cautivaron el paladar, bolas de fuego, flan de yuca y una especie de pasta picante llamada “volcán de yuca” con un diseño sugerente. Especialmente fui cautivado por el licor de yuca, quizás por mi investigación sobre las bebidas artesanales que desarrollo hace unos meses, con variantes de sabores menta y mantecado, con un grado alcohólico notable; sin embargo, la bebida no es desagradable y se equilibra con la textura el espesor, una experiencia similar a la degustación de la crema al ron, quizás un poco más denso.

Foto: Carlos Bruzón

Este Festival de la Yuca me ha impresionado con creces. Superó mis expectativas como periodista gastronómico al no esperar tanta variedad y posibilidades en un solo elemento de tantos empleados en nuestra cocina regional bayamesa. Si bien se logra una mejor organización del certamen considero que deberíamos implicar al equipo de Bayamo Gourmet para futuras ediciones, o bien llevar propuestas al programa relacionadas con esta experiencia vivida. El rescate de la tradición y los aportes creativos y funcionales en nuestro arte culinario son herramientas fundamentales que no podemos dejar de defender en la salvaguarda del patrimonio intangible que es nuestra cocina granmense, cubana.

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Acerca de Carlos Bruzón

Actualmente diseñador, ilustrador, editor, fotógrafo y periodista cultural en Centro de Prensa Ventana Sur, Bayamo, Granma. Formado del Curso Teórico Práctico de Diseño Gráfico y Fotografía en la Escuela Profesional de Artes Plásticas El Alba en Holguín desde 2011. Es miembro de la Oficina Nacional de Diseño (ONDI). Ha recibido cursos en Comunicación y Cultura Organizacional, Sistema de Comunicación Empresarial, Sistema de Marketing y Sistema de Información. Así como talleres de edición y diseño del Instituto Cubano del Libro (ICL) y participa anualmente en la Semana del Diseño Gráfico en Cuba. Editor - diseñador con experiencia de trabajo en editoriales territoriales y nacionales, imparte cursos de diseño en el Centro de Superación para la Cultura en Bayamo. Experiencia en diseño gráfico de etiquetas para productos gastronómicos, destaca el proyecto de identidad para la línea de licores Rey del Cauto de la Empresa de Bebidas y Refrescos (EMBER Granma). Diseño de productos publicitarios para la Asociación Culinaria, entre los que destaca el proyecto de identidad para el evento Sabor a las villas, San Salvador de Bayamo y diseño gráfico e identidad del evento Bayamo Gourmet, donde además participa como fotógrafo oficial y miembro del comité organizador. Es un apasionado del periodismo y la fotografía gastronómica. Creatio ergo sum Locución del latín construida a partir de la famosa frase de Descartes