Zoe Nocedo, primera fémina en el mundo reconocida con el premio Habanos en Comunicación, luego de 25 años volcados a la difusión de la cultura tabacalera dentro y fuera de la isla.
Zoe creció rodeada de cubanía y mucha música dentro de una familia sencillamente obrera. Se consolidó como Profesora de Historia en una escuela preuniversitaria de “Camilitos” durante 27 años; hasta que, para dicha de la cultura tabacalera, decidió volver al Centro Histórico de la Habana, espacio donde pasó importantes momentos de su niñez y juventud. Sin más, con ayuda del azar y su prestigio ganado como trabajadora intachable, devino la directora del Museo del Tabaco en Cuba durante 25 fructíferos años. Gracias a su dedicación por entero a la difusión nacional e internacional del tradicional culto al Habano, hoy recoge parte de la merecida cosecha.
Zoe, con apenas tres letras nos hace alusión a una mujer tan admirada y sencilla, quien ha sabido hacerse respetar dentro de un mundo –en sus inicios– equívocamente pensado del sexo masculino. Por sus ideas necesarias, mucha organización, el apoyo de tantos y unas ganas arrebatadoras de hacer bien su labor, esta mujer logró poner en sitial de honor a las mujeres que eran invisibles hasta entonces; pero que fueron sumándose, siendo hoy parte importante dentro del mundo del Habano. Entre los proyectos que consolidaron esta proeza encontramos Flor del Habano y Amigas del Habano. De igual manera, estos y otros proyectos, todos exitosos, la llevaron a ser merecedora del anhelado Premio Habano.
¿Nos podría contar un poco sobre el proyecto Amigas del Habano?
Comenzó siendo el Coloquio Flores del Habano que dio lugar más tarde en el 2010 a otro proyecto más amplio donde la mujer no estuviera por su profesión, sino, porque fuera amante de la cultura del Habano. Independientemente de fungir como fumadora habitual o no, lo importante contituía que nuestras féminas se adviertieran como amantes de una historia y cultura.
Amigas del Habano refiere un proyecto internacional y data de ese año 2010, específicamente en febrero, con motivo del aniversario del Museo del Tabaco y del XII Festival del Habano (Evento más importante que tiene Cuba donde se reúnen los amantes del Habano). En aprovechamiento a este marco, creamos Amigas del Habano para unir a las mujeres cubanas y las del exterior. Se realizó en el piano-bar del hotel Panorama.
El proyecto cuenta con miembros de honor como: el maestro Leo Brouwer (Compositor, guitarrista y director de orquesta con premio Grammy); Omara Portuondo (Cantante conocida como la diva del Buenavista Social Club con premio Grammy); la desaparecida Alicia Alonso (Prima Ballerina Abssoluta, fundadora y directora del Ballet Nacional de Cuba) y a Nissia Agüero (Gloria de la cultura cubana y directora varios años del Teatro Nacional de Cuba). Somos un proyecto internacional, de las cuales más de cien mujeres provienen de Cuba y más de veinte del exterior. Entre estas últimas: Blanca Arzogaray (Gerente de Casa del Habano de Buenos Aires, Argentina); Olia Docheva (Distribuidora de Habanos en Bulgaria); Mary Balli (Premio Habano en Ventas al detalle), por mencionar algunas de ellas.
En tal sentido añadir que existen: sommelier, tabaqueras, filólogas, editoras, escritoras, artistas de la plástica, investigadoras…, y recientemente, incorporadas mujeres del destino turístico de Varadero con más de 20 miembros. Todas ellas se reúnen mensualmente en casas del Habano, hoteles para degustarlo acompañado de bebidas, intercambiar sobre su historia y vinculación con la cultura e identidad genuinamente cubana.
A partir de sus logros como directora del Museo del Tabaco, usted ha colaborado con el Festival del Habano, ¿a qué se debe esto?
He tenido la dicha de participar gracias a Ana López, directora de Marketing, y, desde el Museo, hemos contribuido al programa del Festival del Habano proponiendo las más relevantes conferencias expuestas en el Simposio Internacional Habana Habanos que se celebra cada dos años en el Centro Histórico de La Habana. De forma tal que, por ejemplo, el querido Simon Chase de Londres, quien falleció el pasado 2019, impartió también en el Festival dos de sus conferencias dedicadas al simposio. Yo he tenido la posibilidad de impartir conferencias en diferentes ediciones del Festival del Habano, al igual que colaboro todos los años con la revista Excelencias Turística en la especial de Habanos. Además, organizo y dirigo dos paneles: uno de la mujer y otro dedicado a la historia de los Festivales del Habano.
A partir de recibir mi distinción como premio Habano en Comunicación, sigo participando en la Cena de Gala y disfruto de la subasta como hasta ahora, cuyas ofertas cubro a punta de lápiz. Recordemos que sus ingresos son dedicados por completo al sistema de salud público cubano, siendo considerable los beneficios que aporta al país.
¿Qué siente por haber ganado el premio Habano en Comunicación?, ¿qué importancia le concede al Premio Habano?
No te voy a decir que uno no ansía ganar un Premio de ese tipo y más cuando se ha estado más de 20 años de una forma u otra dedicada al mundo del Habano, creando proyectos y llevando el sentir de la cultura del Habano por todas las vías y medios de difusión. De igual modo, los proyectos no son pocos porque se encuentran los más específicos con la comunidad como Amigas del Habano, el Simposio Habana Habanos, el Diplomado de Habanos o los cursos para los lectores de Tabaquería; pero también el trabajo con la tercera edad, por ejemplo, con abuelas despalilladoras y torcedoras, y uno encaminado a los niños mediante el proyecto de Rutas y Andares, que ha sido maravilloso.
En diferentes publicaciones extranjeras he compartido espacio. Encuentro con fumadores de países como España, Italia, Alemania, Suecia, Austria, México, Festival del Caribe y Habanos Day en Curazao. Conferencias y presentación de libros con Amigos de Partagás de Matélica en Italia. También tuve el placer de obtener el Premio Excelencias Gourmet 2016 otorgado por el Grupo Excelencias.
Más que el Premio, la satisfacción que yo tengo, es la forma en la que obtuve el Premio Habano. Obtener el Premio es importante, se entrega anual y justo en la noche de Gala del Festival del Habano donde participan más de 1000 personas, incluyendo celebridades del mundo del Habano nacional e internacional. Es una gran satisfacción, pues sientes que valoran el trabajo realizado. Ese día disfruté el apoyo de los participantes al felicitarme, y no eran pocos quienes reconocieron mi labor. Claro, ahí estaban presentes también muchos de mis alumnos que incluye casi 20 generaciones de graduados del diplomado, generaciones de Habanosommelier, cantineros, en fin, muchos amigos.
Todo ese amor y reconocimiento lo volcaron en la noche del Premio, la gente se paraba para felicitarme, para saludarme. Ese es el momento que me llena a mí, el Premio es un reconocimiento, aunque, como decía Martí “toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”. Nada de eso cambia mi forma de ser, mis sentimientos, mi trato a los demás.
Pienso que el Premio es relevante, incluso, la nominación, porque cuando te nominan, aunque no te den el Premio, significa una forma de valorar tu trabajo, que vas por el camino correcto y que te agradecen la labor desempeñada. Esta vez me correspondió a mí, pero, muchos de los que trabajan en el mundo del Habano también serán premiados con esta condición.
¿Alguna otra acotación que desee hacer del pasado Festival Habanos 2019, el cual coincidió con el 500 Aniversario de La Ciudad de La Habana?
Yo quiero dedicar mis palabras a una persona, Eusebio Leal Spengler (Historiador de la Ciudad de La Habana), quien inauguró con sus palabras el Seminario Internacional del año pasado 2019 en su XXI edición, por los 500 años de La Habana, así como los 20 años de la marca de Habanos San Cristóbal de La Habana. Su conferencia fue una de las tantas maravillas de la edición. Es difícil quizás en el mundo encontrar una persona que no es fumadora habitual y que defiende con tanta pasión al Habano, reconociendo los orígenes de su familia donde hubo despalilladora, escogedora y, que además, hable del cultivo de la producción del Habano con tanto conocimiento y devoción.
Los años que estuve de directora del Museo del Tabaco en la oficina del Historiador tuve la dicha de trabajar con ese maestro que ostenta la distinción Honoris Causa recibido por muchas instituciones; me siento más que satisfecha porque siempre conté con su apoyo.
Cabe señalar que Leal estuvo presente cuando se realizó el Coloquio de la Mujer, dedicado a las torcedoras, y se le hizo un reconocimiento a Emilia Tamayo como la primera mujer directora en la fábrica de tabaco torcido El Laguito (donde se produce Cohiba, la marca más emblemática que distingue a todos los Habanos) y merecedora del Premio Habano en la categoría de producción. Tambiñen Eusebio Leal ha honrado con su presencia las actividades de los lectores de tabaquería que se celebran el 21 de diciembre, que es Patrimonio Inmaterial de la nación cubana, al cual estuve ligada apoyando y reconociendo a estos lectores a nivel nacional hasta hoy. Si un homenaje yo quisiera rendirle al Habano sería a través de la figura de Eusebio Leal y, por supuesto, de todos los vegueros y torcedores.
También Eusebio Leal ha reconocido a ese Museo pequeñito, al Museo del Tabaco, que cuenta con una cantidad de piezas coleccionables, pero que ha tenido una envergadura nacional e internacional contando con el apoyo de coleccionistas y aficionados de todo el mundo del Habano haciendo sus donaciones. Ejemplo de ello es el aporte considerable realizado por: Simon Chase (Reino Unido), Ercan Hazar (Viena, Hombre Habano), Amir Saroni (Canadá), Roberto Glicerio (Italia); a los cuales el Museo del Tabaco dedicó una tertulia sobre el Habano, proyecto sociocultural del Museo para reconocer a las personalidades de Cuba y el mundo que han contribuido al enriquecimiento de las piezas y la cultura tabacalera.
De igual forma, el Museo del Tabaco recibió el premio “Excelencia” y de la Sociedad Cultural José Martí la “Réplica de la sortija de Martí”, certificado “Honrar, Honra” y la distinción “Utilidad de la virtud”, todas en reconocimiento a la labor desplegada y vinculada a la obra del Héroe Nacional José Martí.
¿Qué la motiva a continuar en el mundo del Habano luego de su jubilación?
El Habano atrae porque cuando te vas adentrando en su cultura no quieres dejarlo. Una se jubila pensando en disfrutar esta nueva forma de vida y crees poder separarte de todo; pero no es así en realidad, porque amas tanto este mundo tan bonito, lleno de aristas, que te apasiona y atrapa una y otra vez. Siento que todavía me sobran cosas y bríos para aportar, y es un gran placer seguir compartiendo con tantas personas que aman el Habano. Yo he facilitado a través de proyectos mantenernos unidos en ese mundo de coleccionistas, orfebres, artistas de la plástica, cantineros, sommelier, torcedoras, vegueros, dependientes de tiendas…
Toda esa cultura te atrapa, te despierta el interés, el conocimiento. Pudiera decirlo en una metáfora: “Lo que me atrapó fue el bichito del tabaco, es un bichito que, aunque no fumes te pica y te lo pone en sangre, siendo muy difícil resistírsele”.
Foto: Francisco Línea Soto